El conocimiento actual del manejo avanzado de heridas permite tener claridad y estar familiarizados con algunos elementos claves en el tratamiento de heridas de complejo como lo es: la infección local la cual está muy bien desarrollado en el consenso de la IWII 2016 y el biofilm con su rol protagónico en heridas que se cronifican existiendo evidencia actual de su tratamiento.
Pero cuando la herida no presenta signos de infección, se ha tratado el biofilm ¿por qué muchas veces la cicatrización sigue siendo lenta, tortuosa y nos da esa impresión de “estancamiento”? la respuesta a esta pregunta está en las metaloproteinasas de matriz (MMPs).
En la literatura actual hay consensos que nos hablan acerca de las metaloproteinasas de matriz y su rol en la cicatrización, pero aún es un concepto nuevo para los equipos de enfermería que realizan manejo avanzado de heridas.
Las MMPs son enzimas que participan de manera activa en el proceso de cicatrización y se encuentran en todas las heridas, su función es degradar los desechos de la matriz extracelular (MEC) para favorecer la contracción de las heridas y por ende su cicatrización. Lo anteriormente mencionado ocurre cuando hablamos de heridas en pacientes sin factores de riesgo y heridas de tipo agudas, ya que al enfrentarnos heridas complejas como Lesiones por Presión, Úlcera de Pie Diabético y Úlcera Venosa estas generalmente están asociadas a factores de riesgo y un componente inflamatorio.
Este desequilibrio genera que las MMPs difieran de su comportamiento habitual aumentando de manera sostenida en el lecho de la herida no generando un descenso posterior para favorecer la cicatrización, sino que se perpetúan en el lecho de la herida perdiendo su capacidad selectiva y también degradando elementos esenciales en la formación de nuevo tejido, esta respuesta genera un estado inflamatorio permanente que retrasa el proceso de cicatrización.
La forma adecuada de tratar estas heridas, de acuerdo a la evidencia actual, es utilizar moduladores de MMPs, para lograr disminuir su cantidad en el lecho de la herida retornando al equilibrio que favorezca la construcción de la MEC definitiva que permita la cicatrización de la herida.
Una innovación en el manejo avanzado de heridas es la tecnología TLC-NOSF la cual cuenta con un elemento llamado factor nanooligosacarido o también llamado octasulfato de sacarosa el cual permite modular el exceso de metaloproteasas y asegurar que el lecho de la herida tenga todas las condiciones necesaria para acelerar el proceso de cicatrización generando un impacto a nivel de calidad de vida del paciente y costos en la atención ya que hablamos de herida complejas y que suponen un alto costo para los sistemas de salud. La evidencia actual en estudios de alto rigor científico sugiere que el tratamiento con TLC-NOSF debe ser inmediatamente posterior al control de la infección local y hasta la cicatrización de la herida ya que de esa manera se logra mantener la regulación de las MMPs y poder evidenciar el máximo de beneficios.
Autora: Barbara Ampuero, Enfermera, Especialista Clínica Urgo Medical Chile
Deja una respuesta